DERROTAS ADVERTIDAS

May 14, 2024

2 SAMUEL 2:24-28   (SALMO 18)

24 Cuando Joab y Abisai se enteraron de lo sucedido, salieron a perseguir a Abner. El sol ya se ponía cuando llegaron a la colina de Amma, cerca de Gía en el camino que lleva al desierto de Gabaón. 25 Las tropas de Abner, de la tribu de Benjamín, se reagruparon allí en la cima de la colina para tomar posiciones.

26 Abner le gritó a Joab:

—¿Es inevitable que nos matemos unos a otros? ¿No te das cuenta de que lo único que produce es amargura? ¿Cuándo vas a ordenar que tus hombres dejen de perseguir a sus hermanos israelitas?

27 Entonces dijo Joab:

—Si no hubieras hablado, solo Dios sabe lo que habría pasado, porque los habríamos perseguido toda la noche de ser necesario.

28 De manera que Joab tocó el cuerno de carnero, y sus hombres dejaron de perseguir a las tropas de Israel.

Estimado lector:

David fue un hombre de guerra; pero muchas veces evitó pelear algunas batallas, porque al no contar con la aprobación de Dios, no contaría con Su respaldo.

En el Salmo 18, reconoció que sus victorias se dieron, gracias a que hizo del Señor su roca, su fortaleza, su libertador, su escudo, la fuerza de su salvación y su alto refugio (v 1 – 3).

2 Samuel 2:18-32, cuenta la historia de Asael, sobrino de David, quien confiado en su velocidad de gacela, decidió perseguir a Abner, general del ejército de Saúl, para acabar con su vida y obtener un reconocimiento de batalla. Pero sucedió lo contrario, y Abner acabó con su propia vida, pese a las advertencias y prevenciones recibidas.

Pelear en las propias fuerzas, sin tener la dirección y el respaldo de Dios para las batallas, es ir camino a una derrota segura. Es construir fortalezas de arena, tener una seguridad débil, ir sin un lugar seguro donde refugiarse y sin protección ante el peligro. Protección que solo se puede encontrar en el Señor, que es el Único que garantiza la victoria.