SALMOS 67:1-5
Que Dios tenga misericordia y nos bendiga;
que su rostro nos sonría con favor. Interludio
2 Que se conozcan tus caminos en toda la tierra
y tu poder salvador entre los pueblos por todas partes.
3 Que las naciones te alaben, oh Dios;
sí, que todas las naciones te alaben.
4 Que el mundo entero cante de alegría,
porque tú gobiernas a las naciones con justicia
y guías a los pueblos del mundo. Interludio
5 Que las naciones te alaben, oh Dios;
sí, que todas las naciones te alaben.
Estimado lector:
El salmo 67 es un himno con enfoque a los grandes principios del programa misionero de Dios para sus hijos. Es una referencia a la gran bendición triple que Dios dio a la nación de Israel cuando la preparó para la marcha por el desierto (Números 6:24-26). Este salmo recordaba a Israel que Dios había prometido bendecirles y que esa bendición se extendería hasta los fines de la tierra.
Cuando la gente ve la obra de Dios en la vida de su pueblo – su bendición activa – es una de las formas en que Dios hace que Su camino sea conocido en la tierra. Dios es grande y digno de ser alabado no solamente por su pueblo Israel, sino por todas las naciones.
Cuando se ora como el salmista, se hace según el corazón de Dios, quien desea que nadie perezca y que todos lleguen al arrepentimiento. Él ha ordenado a una gran multitud de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas para alabarle delante de su trono.