UNA SABIDURÍA QUE NOS DIFERENCIA DE LOS ANIMALES

Feb 29, 2024

UNA SABIDURÍA QUE NOS DIFERENCIA DE LOS ANIMALES

SALMOS 49:16-20

16 Así que no te desanimes cuando los malvados se enriquezcan,
    y en sus casas haya cada vez más esplendor.
17 Pues al morir, no se llevan nada consigo;
    sus riquezas no los seguirán a la tumba.
18 En esta vida se consideran dichosos
    y los aplauden por su éxito.
19 Pero morirán como todos sus antepasados,
    y nunca más volverán a ver la luz del día.
20 La gente que se jacta de su riqueza no comprende;
    morirán, al igual que los animales.

Estimado lector: 

“No hay que desanimarse cuando los malvados enriquecen” El desánimo puede surgir de formas sutiles:

Porque alguien piensa que prosperan a sus expensas; porque se le da más importancia a lo material; porque se duda del gobierno de Dios; porque tal vez no haya recompensa para los justos, ni castigo para los malvados.

El salmista asegura que no hay razones para temer. El que confió y se jactó en las riquezas, no se lleva nada al más allá, ni descenderá tras él la gloria que ha tenido en esta vida. Pero los rectos, obtendrán la Gloria de Dios en el mundo venidero (Hebreos 2:10, 2 Tesalonicenses 2:14).

“Y nunca más verá la luz”: El salmista tenía una vaga comprensión del castigo en el mundo venidero, pero sabía que era un lugar de tinieblas.

“El hombre que está en honra y no entiende, es semejante a los animales que perecen”. El salmo termina repitiendo la advertencia del Salmo 49:12.

“El banquero se pudre tan rápido como el limpiabotas, y el que tiene título se vuelve tan pútrido como el indigente”.

Es necesaria la enseñanza del Espíritu Santo, para evitar ser necios al desear ostentar el poder, dejando de lado lo realmente importante.