UNA PROFECÍA DE DESTRUCCIÓN.

Nov 15, 2024

SALMOS 109:6-13

Dicen:[a] «Consigan a un malvado para que se ponga en su contra;
    envíen a un acusador para que lo lleve a juicio.
Cuando llegue el momento de juzgar su caso,
    que lo declaren culpable.
    Tomen como pecados sus oraciones.
Que sean pocos sus años;
    que otro tome su lugar.
Que sus hijos queden huérfanos de padre,
    y su esposa quede viuda.
10 Que sus hijos vaguen como mendigos
    y que los echen de[b] sus hogares destruidos.
11 Que los acreedores se apoderen de toda su propiedad,
    y que los extraños se lleven todo lo que ha ganado.
12 Que nadie sea amable con él;
    que ninguno tenga piedad de sus hijos sin padre.
13 Que toda su descendencia muera;

Estimado Lector:

Cuando David profetizó la condenación de su enemigo, expresó el deseo de que, en juicio, sus enemigos sean gobernados por un impío. El liderazgo impío es una forma de juicio de Dios sobre un pueblo. La maldición que David tenía en mente era la de un acusador (Satanás) o adversario ocupando el lugar de auxilio y ayuda; el culpable quedaría sin apoyo y, en su lugar, tendría a Satanás a su diestra. Cuando este orara, su propia oración se convertiría en pecado, pues varios pasajes de la Biblia afirman que la oración de un corazón no sincero no será oída.

Además, David profetizó que su vida sería