UNA PETICIÓN EN MEDIO DE LA ANGUSTIA Y LA PERSECUCIÓN 

Mar 14, 2024

SALMOS 54:1-3

¡Ven con tu gran poder, oh Dios, y rescátame!
    Defiéndeme con tu poder.
2Escucha mi oración, oh Dios;
    presta atención a mi ruego.
3Pues me atacan desconocidos;
    gente violenta trata de matarme.
    No les importa Dios en lo más mínimo.

Estimado lector:

En la vida es inevitable la presencia de los perseguidores que hacen daño. Y en este salmo, David, quien no tenía a dónde ir, pues era perseguido por Saúl incansablemente, vivía un tiempo de mucha angustia ya que no encontraba seguridad ni siquiera en el desierto y mucho menos en la gente pues era rechazado en ese momento por su propia tribu.

Este es un salmo para todo aquel que se sienta abandonado, rechazado o traicionado. David, a través de este salmo da una clara dirección de cómo buscar al Señor en medio de la más oscura circunstancia.

Lo primero que hizo David, descrito en los tres primeros versículos, fue una PETICIÓN al Señor:

– David pide en primer lugar que lo salve (V1a).

– ⁠En segundo lugar, David ora para que el Señor lo defienda y haga justicia con su poder (V1b).

– ⁠En tercer lugar, David pide que lo escuche (V2).

– ⁠Y en cuarto lugar David expresa las circunstancias a Dios con detalle (V3).

David confiaba en las promesas que Dios le había hecho desde el momento que lo había escogido como rey. Por eso, aunque hay veces en las que no sabemos cómo orar, siempre sabremos cómo hacerlo cuando Dios nos ha hecho una promesa. Esto es orar en el Espíritu o pedir como conviene. ¡CON TODA SEGURIDAD DIOS CUMPLIRÁ SUS PROMESAS!