UNA GUERRA ESPIRITUAL

May 3, 2024

1 SAMUEL 19:9-17 (SALMO 59)

Pero cierto día, cuando Saúl estaba sentado en su casa con una lanza en la mano, de repente el espíritu atormentador[a] de parte del Señor vino sobre él como antes. Mientras David tocaba el arpa, 10 Saúl le arrojó su lanza, pero David la esquivó y, dejando la lanza clavada en la pared, huyó y escapó en medio de la noche.

Mical salva la vida de David

11 Entonces Saúl mandó tropas para que vigilaran la casa de David. Se les dio la orden de que mataran a David cuando saliera a la mañana siguiente, pero Mical, la esposa de David, le advirtió: «Si no te escapas esta noche, te matarán por la mañana». 12 Así que ella lo ayudó a salir por una ventana, y él huyó y escapó. 13 Luego ella tomó un ídolo[b] y lo puso en la cama de su esposo, lo cubrió con mantas y puso un cojín de pelo de cabra sobre la cabeza.

14 Cuando las tropas llegaron para arrestar a David, ella les dijo que estaba enfermo y que no podía levantarse de la cama.

15 Pero Saúl envió a las tropas de nuevo para prender a David y les ordenó: «¡Tráiganmelo con cama y todo para que lo mate!». 16 Pero cuando llegaron para llevarse a David, descubrieron que lo que estaba en la cama era solo un ídolo con un cojín de pelo de cabra en la cabeza.

17 —¿Por qué me traicionaste así y dejaste escapar a mi enemigo?—le reprochó Saúl a Mical.

Estimado lector:

La tregua en la guerra espiritual entre Saúl y David (1 Samuel 19:7) muestra que un tiempo de “alto al fuego” no significa que la guerra haya terminado para siempre. El éxito de David despertó los celos de Saúl en el pasado, así que era probable que volviera a surgir si David volvía a triunfar.

Los espíritus malignos estaban listos para aprovecharse de la vulnerabilidad de Saúl. Un nuevo ataque se avecinaba, pero Saúl no estaba preparado para enfrentarlo. Aunque sabía cómo usar una lanza, no estaba familiarizado con la música de adoración. Saúl vaciló en su promesa de no matar a David y rompió su juramento con la misma facilidad con la que arrojó la lanza.

Saúl no estaba preparado para resistir la tentación ni para enfrentar el ataque espiritual que se le presentaba. Tuvo la oportunidad de pecar al alcance de la mano.

¿Cuál es tu batalla espiritual hoy? Confía en Dios y entrégale tus preocupaciones y cargas. Te invito a enfrentar esta lucha espiritual junto a Él, porque solo Dios puede traer la victoria. La oración, el ayuno y la entrega total a Dios son las armas para vencer en el campo de batalla espiritual.