SALMOS 119:4-8
4 Nos has ordenado
que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos.
5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones
sean un vivo reflejo de tus decretos!
6 Entonces no tendré vergüenza
cuando compare mi vida con tus mandatos.
7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas,
te daré las gracias viviendo como debo hacerlo.
8 Obedeceré tus decretos;
¡por favor, no te des por vencido conmigo!
Estimado lector:
El salmista expresa su amor profundo por la Palabra escrita de Dios. Aborda la Palabra como promesa, mandamiento, dirección, estatutos, testimonio, enseñanza, sabiduría, verdad, justicia y corrección.
En estos versículos, el salmista se refiere a los mandamientos, como la minuciosa instrucción del Señor; y a los estatutos, como las regulaciones para Su pueblo, individual y colectivamente.
Por otro lado, los creyentes deben pedirle constantemente a Dios, la gracia que se necesita para seguir Su Voluntad y establecerse en Sus caminos. Esta petición es importante y necesaria, pues no se puede ser fiel a las leyes de Dios, sin Su ayuda sustentadora y la obra del Espíritu Santo en el corazón. Ya que los juicios de Dios son Sus veredictos, como divino juez, en cuanto al comportamiento de las personas entre sí.