SALMOS 69:19-21
19 Tú conoces mi vergüenza, mi desprecio y mi deshonra;
ves todo lo que hacen mis enemigos.
20 Sus insultos me han destrozado el corazón,
y estoy desesperado.
Si al menos una persona me tuviera compasión;
si tan solo alguien volviera y me consolara.
21 En cambio, de comida, me dan veneno[a]
y me ofrecen vino agrio para la sed.
Estimado lector,
El salmo 69, es un salmo profético, que describe el sufrimiento de Cristo en la Cruz. Y, en esta porción, habla de cuando le dieron a beber vinagre (Juan 19:28-29).
El salmista se había convertido en un objeto de burla y desprecio; se sentía solo y abandonado, sin nadie que lo ayudara a salir de esa situación angustiosa; pero consciente de que, tenía a su favor, un Dios Poderoso, que conocía todas sus necesidades.
Clamó a Él, creyendo que, no solo lo escucharía, sino que se convertiría en su punto de apoyo más seguro.
El salmista es un claro ejemplo para todo creyente, de cómo reaccionar en momentos difíciles de la vida: La oración, debe ser el arma más certera; la confianza en Dios debe permanecer inconmovible; la vergüenza, no tiene poder para debilitar la constancia y la fe de lo que Dios es y puede hacer.
Un creyente puede sentirse abrumado por la adversidad, pero nunca debe olvidar que Dios es su refugio y fortaleza. Puede confiar en Su bondad y fidelidad, creyendo que Él lo sostendrá y lo rescatará de cualquier situación en la que se encuentre.