UN JUICIO INELUDIBLE E INEVITABLE

Mar 1, 2024

SALMOS 50: 1-6

El Señor, el Poderoso, es Dios y habló;
    convocó a toda la humanidad
    desde donde sale el sol hasta donde se pone.
2Desde el monte Sion, la perfección de la belleza,
    Dios brilla con un resplandor glorioso.
3Nuestro Dios se acerca,
    pero no en silencio.
A su paso el fuego devora todo lo que encuentra,
    y a su alrededor se desata una gran tormenta.
4Pone al cielo arriba y a la tierra abajo
    como testigos del juicio a su pueblo.
5«Tráiganme a mi pueblo fiel,
    a los que hicieron un pacto conmigo al ofrecer sacrificios».
6Luego dejen que los cielos proclamen la justicia divina,
    porque Dios mismo será el juez.

Estimado lector:

Este salmo habla de la venida de Cristo y del día del juicio, a través de una teofanía (manifestación de la divinidad de Dios), donde lo identifica con un “resplandor”, en el que llamará inicialmente a todos aquellos que han creído en Su nombre (“Su pueblo”), para iniciar este proceso judicial.

La frase “NO CALLARÁ” (Vers.3), hace alusión al relato de Éxodo 20:19, donde después de escuchar la voz divina pronunciando el decálogo en el monte Sinaí, el pueblo pidió a Moisés que Dios no les hablara directamente, pues temían morir.

El fuego y la tempestad (vers. 3), son imágenes del Sinaí (Éxodo 19: 16, 18). Dios viene en llama de fuego para consumir, con la tormenta delante de Él 

Es solo mediante el Gran Sacrificio de Cristo, que el creyente puede ser aceptado por Dios. Los santos, son aquellos que han formalizado su pacto con Dios a través del Sacrificio, y se deben a sus estatutos y condiciones (Vers.5). 

¡¡¡¡¡Es tiempo de establecer el pacto con el Señor a través de su Hijo Jesucristo, porque el día del juicio se acerca…!!!!!