SALMOS 69:16-18
16 Contesta a mis oraciones, oh Señor,
pues tu amor inagotable es maravilloso;
cuida de mí,
pues tu misericordia es muy abundante.
17 No te escondas de tu siervo;
contéstame rápido, ¡porque estoy en graves dificultades!
18 Ven y rescátame;
líbrame de mis enemigos.
Estimado lector,
El Salmo 69 es uno de los muchos atribuidos a David y refleja los numerosos problemas que tuvo que enfrentar. Fue objeto de burlas, escarnio, humillación y murmuración por parte de toda la ciudad. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, David no perdió la fe y perseveró en la oración. A lo largo de su vida, tuvo muchas ocasiones en las que necesitó esta oración, sintiéndose al borde del colapso.
De la misma manera, cada creyente enfrenta sus propios temores y miserias. En esos momentos, puede sentirse completamente humillado, tentado a apartarse de Dios, a renunciar a todo y a dejar de confiar en Él. Cuando la situación parezca desesperada, es importante determinar que, sin importar cuán malas se vuelvan las cosas, la oración seguirá estando presente. Dios escucha la oración de sus hijos y los rescata. Cuando otros rechazan, es cuando más se necesita de Dios. No se debe apartar del amigo más fiel.