SALMOS 89:38-48
SALMOS 89:38-48
38 Pero ahora lo has rechazado y desechado
y estás enojado con tu rey ungido.
39 Has renunciado al pacto que hiciste con él;
arrojaste su corona al polvo.
40 Derribaste las murallas que lo protegían
y destruiste cada fuerte que lo defendía.
41 Todos los que pasan por allí le han robado,
y se ha convertido en la burla de sus vecinos.
42 Has fortalecido a sus enemigos
e hiciste que se alegraran.
43 Has hecho inservible su espada
y te negaste a ayudarlo en la batalla.
44 Pusiste fin a su esplendor
y derrocaste su trono.
45 Lo has hecho envejecer antes de tiempo
y lo deshonraste en público. Interludio
46 Oh Señor, ¿hasta cuándo seguirá esto?
¿Te esconderás para siempre?
¿Hasta cuándo arderá tu ira como el fuego?
47 Recuerda lo breve que es mi vida,
¡qué vacía e inútil es la existencia humana!
48 Nadie puede vivir para siempre; todos morirán.
Nadie puede escapar del poder de la tumba.
SIEMPRE CERCA
Estimado lector:
Es evidente que algo no está bien con el salmista; sus palabras revelan desesperación, frustración y un clamor porque aquello que lo agobia llegue a su fin.
En muchas ocasiones, las circunstancias de la vida pueden llevar a pensar que se ha sido abandonado por Dios, que Sus promesas ya no tienen vigencia, o en el peor de los casos, que Dios se ha apartado. Sin embargo, ninguno de estos escenarios es posible para Dios, quien entregó a Su Hijo por la humanidad y está dispuesto a cumplir lo que ha prometido. Incluso la muerte ha perdido su poder sobre aquellos que creen, ya que en Cristo se encuentra la promesa de vida eterna.
Es importante recordar que Dios siempre está cerca; Su presencia, paz, guía y fortaleza están a una oración de distancia. No hay nadie más interesado en compartir tiempo que Él, y por más compleja que sea la prueba, Él ha prometido recompensa a quienes permanecen fieles en Él.
46 Oh Señor, ¿hasta cuándo seguirá esto?
¿Te esconderás para siempre?
¿Hasta cuándo arderá tu ira como el fuego?
47 Recuerda lo breve que es mi vida,
¡qué vacía e inútil es la existencia humana!
48 Nadie puede vivir para siempre; todos morirán.
Nadie puede escapar del poder de la tumba.
SIEMPRE CERCA
Estimado lector:
Es evidente que algo no está bien con el salmista; sus palabras revelan desesperación, frustración y un clamor porque aquello que lo agobia llegue a su fin.
En muchas ocasiones, las circunstancias de la vida pueden llevar a pensar que se ha sido abandonado por Dios, que Sus promesas ya no tienen vigencia, o en el peor de los casos, que Dios se ha apartado. Sin embargo, ninguno de estos escenarios es posible para Dios, quien entregó a Su Hijo por la humanidad y está dispuesto a cumplir lo que ha prometido. Incluso la muerte ha perdido su poder sobre aquellos que creen, ya que en Cristo se encuentra la promesa de vida eterna.
Es importante recordar que Dios siempre está cerca; Su presencia, paz, guía y fortaleza están a una oración de distancia. No hay nadie más interesado en compartir tiempo que Él, y por más compleja que sea la prueba, Él ha prometido recompensa a quienes permanecen fieles en Él.