SALMOS 89:11-14
11 Los cielos te pertenecen y la tierra también;
todo lo que hay en el mundo es tuyo; tú lo creaste todo.
12 Creaste el norte y el sur;
el monte Tabor y el monte Hermón alaban tu nombre.
13 ¡Poderoso es tu brazo!
¡Fuerte es tu mano!
Tu mano derecha se levanta en alto con gloriosa fuerza.
14 La rectitud y la justicia son el cimiento de tu trono;
el amor inagotable y la verdad van como séquito delante de ti.
REVERENCIA PARA EL ÚNICO DIOS GRANDE Y PODEROSO
Estimado lector:
Cuanto más se conocen las obras de Dios, mayor es la admiración que se le profesa. Por ello, cada acto de adoración hacia Dios debe estar impregnado de una reverencia absoluta.
Tal como se expresa en este Salmo, al contemplar la plenitud de la gloria de Dios, lo que llena el corazón de los creyentes es la seguridad y confianza en el pacto establecido por Dios con David como rey de Su pueblo.
En estos versículos, se describe el poder de Dios en toda su plenitud. Su poder absoluto se resalta en el versículo 13: “¡Poderoso es tu brazo! ¡Fuerte es tu mano! Tu diestra se levanta en alto con gloriosa fuerza”. Asimismo, Su firmeza moral sitúa el trono de Dios como un lugar edificado sobre pilares de justicia y juicio, un lugar donde el amor y la verdad abundan de manera extrema.
Aquellos que proclaman el señorío de Dios deben asegurarse de que sus acciones reflejen justicia, amor, misericordia y verdad, ya que ninguna acción injusta, carente de misericordia o deshonesta puede provenir de Dios.