SALMOS 88:10-18
10 ¿Acaso tus obras maravillosas sirven de algo a los muertos?
¿Se levantan ellos y te alaban? Interludio
11 ¿Pueden anunciar tu amor inagotable los que están en la tumba?
¿Pueden proclamar tu fidelidad en el lugar de destrucción[c]?
12 ¿Puede la oscuridad hablar de tus obras maravillosas?
¿Puede alguien en la tierra del olvido contar de tu justicia?
13 Oh Señor, a ti clamo;
seguiré rogando día tras día.
14 Oh Señor, ¿por qué me rechazas?
¿Por qué escondes tu rostro de mí?
15 Desde mi juventud, estoy enfermo y al borde de la muerte.
Me encuentro indefenso y desesperado ante tus terrores.
16 Tu ira feroz me ha abrumado;
tus terrores me paralizaron.
17 Todo el día se arremolinan como las aguas de una inundación
y me han cercado por completo.
18 Me has quitado a mis compañeros y a mis seres queridos;
la oscuridad es mi mejor amiga.
UNA FE POR ENCIMA DE LAS CIRCUNSTANCIAS
Estimado lector:
Sumido en una profunda aflicción, el salmista clama a Dios, en medio de la oscuridad. En su angustia, expresa honestamente sus dudas de manera cruda y sincera, preguntándose si Dios mostrará Su misericordia y Poder en las profundidades de la desesperación y la muerte.
Sin embargo, su clamor persistente revela una profunda confianza en la fidelidad de Dios, a pesar de Su aparente ausencia. Su fe se manifiesta en el acto de clamar a Él, reconociendo Su Soberanía y Su Poder.
Este salmo, invita a reflexionar sobre la profundidad de la fe y la relación con Dios en medio del sufrimiento. Al igual que el salmista, el creyente puede encontrar consuelo y esperanza en la promesa de que Dios siempre está con Sus hijos, incluso en los momentos más oscuros de la vida.
Esto refleja la condición humana; porque todas las personas en algún momento han experimentado la sensación de ser abandonadas por Dios. Y es que la respuesta de Dios al clamor de Sus hijos no siempre es inmediata ni evidente. A menudo, Su silencio invita, a profundizar en cómo está esa relación con Él y a confiar en Su tiempo perfecto.