13 ¡Oh, si mi pueblo me escuchara!
¡Oh, si Israel me siguiera y caminara por mis senderos!
14 ¡Qué rápido sometería a sus adversarios!
¡Qué pronto pondría mis manos sobre sus enemigos!
15 Los que odian al Señor se arrastrarían delante de él;
quedarían condenados para siempre.
16 Pero a ustedes los alimentaría con el mejor trigo;
los saciaría con miel silvestre de la roca».
NO TE SALGAS DEL CAMINO DE DIOS
Estimado lector:
El Salmo 81 es un cántico que comienza con una invitación a celebrar una fiesta en honor al “Dios de Jacob” y luego escuchar un mensaje profético de Dios. Dios puede liberar a Su pueblo, pero requiere compromiso con Su revelación y obediencia. Él promete proteger a Israel de los ataques de sus enemigos. Su liberación es segura porque Su mano prevalecerá y Dios suplirá las necesidades de Su pueblo.
En este pasaje, se inicia una amonestación espiritual para mantener las maravillas del Padre presentes en la memoria de forma perpetua. Se puede escoger orientarse por cualquier dios ajeno y volverse seguidor de una persona, objeto o corriente de pensamiento opuesta al Padre. Este pasaje indica que esas elecciones pueden derivar en consecuencias catastróficas.
Se debe alejarse de las andanzas que contradicen la palabra del Señor y deleitarse en la adoración al Padre. ¡Apliquemos esto a la vida, manteniéndose firmes en los caminos del Padre!