SALMOS 80:8-11

Aug 2, 2024

Nos sacaste de Egipto como a una vid;
    expulsaste a las naciones paganas y nos trasplantaste a tu tierra.
Limpiaste el terreno para nosotros,
    y echamos raíces y llenamos la tierra.
10 Nuestra sombra cubrió las montañas;
    nuestras ramas cubrieron los poderosos cedros.
11 Extendimos las ramas al occidente, hacia el mar Mediterráneo;
    nuestros retoños se extendieron al oriente, hacia el río Éufrates

ISRAEL: LLAMADA LA VID

Estimado lector: 

En este salmo de Asaf, el salmista señala a un Dios enojado porque parece no escuchar sus oraciones. Describe a una nación que llora, enfrentando tribulación e impotencia, sin encontrar salida, y a enemigos que se burlan, como los moabitas y amonitas que los rodeaban, creando una “trilogía de aflicciones”.

“Nos sacaste como una vid de Egipto”: La vid es una ilustración familiar de Israel en el Antiguo Testamento. Esta vid fue trasplantada de Egipto a la Tierra Prometida, donde Dios la plantó, haciendo sitio al expulsar a las naciones cananeas.

Muchos pasajes del Antiguo Testamento hablan de Israel como una vid: Isaías 5:1, Jeremías 2:21, Ezequiel 17:5-6, Oseas 10:1, Joel 1:7, Deuteronomio 32:32-33. El Nuevo Testamento también aplica esta figura a Israel (Mateo 20:1, Mateo 21:33, Marcos 12:1), y luego más ampliamente al pueblo de Dios en general.

La vid es una planta débil y humilde que necesita apoyo; cuando es sustentada, puede ser exuberante, a menos que sea restringida por el cuchillo de podar. Es capaz de producir la fruta más valiosa, pero si es estéril, es la menos rentable entre los árboles y apta sólo para las llamas.

De este salmo, se debe aprender que Dios nunca nos dejará ni desamparará. Aunque como creyente se sienta que Dios no escucha las oraciones cuando se está pasando por situaciones difíciles, Él asegura que serán pasajeras, pero su gracia y misericordia son para siempre.