SALMOS 73:15-17
15 Si yo realmente hubiera hablado a otros de esta manera,
habría sido un traidor a tu pueblo.
16 Traté de entender por qué los malvados prosperan,
¡pero qué tarea tan difícil!
17 Entonces entré en tu santuario, oh Dios,
y por fin entendí el destino de los perversos.
Estimado lector,
En el Salmo 73, Asaf luchó con la pregunta de por qué los malvados prosperan mientras los justos sufren. En los versículos 15-17, Asaf confesó que casi se dejó llevar por la amargura y la desesperanza, pero luego recordó la presencia de Dios y su justicia. Asaf comprendió que los malvados pueden prosperar por un tiempo, pero su prosperidad es efímera y no tiene base sólida. En cambio, los justos pueden sufrir por un tiempo, pero su esperanza está en Dios y su justicia es eterna.
Esto enseña que la prosperidad de los malvados es como la hierba que crece rápidamente, pero pronto se seca y desaparece. Más importante que la naturaleza de la prosperidad de los malvados es observar que la respuesta de Dios y su justicia no están sujetas a la inmediatez de nuestra necesidad, pero siempre son seguras. Por ello, el creyente no debe cuestionar a Dios por la aparente prosperidad del malvado, ni de ninguna persona, y no debe permitir que la adversidad le desanime.
Este salmo recuerda al creyente que la prosperidad y la adversidad son pruebas que llevan a confiar en Dios y en su justicia. No se debe envidiar la prosperidad de los malvados, ni desanimarse por la adversidad propia. En cambio, hay que confiar en la presencia de Dios y en su justicia, sabiendo que toda esperanza está en Él y que la recompensa es eterna.