SALMOS 119:73-74
73 Tú me hiciste; me creaste.
Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.
74 Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría,
porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
Estimado lector:
En estos versículos se percibe el conocimiento del salmista sobre la Palabra de Dios y su rendición ante el Creador. Se reconoce que Dios formó al ser humano con Sus propias manos, como se describe en Génesis 1:26, y que Su obra fue realizada con orden y planificación divina. Desde esta comprensión, el salmista clama a Dios con confianza, pidiendo prudencia y buen juicio para discernir entre el bien y el mal, reflejándolo en su vida como testimonio para otros.
Otra enseñanza presente en el pasaje es que, para poder compartir, primero es necesario recibir. Dios ha dado Su Palabra escrita, no solo para ser conocida, sino para ser interiorizada y aplicada, permitiendo así un crecimiento en sabiduría y entendimiento.