SALMOS 119:41-42
41 Señor, concédeme tu amor inagotable,
la salvación que me prometiste.
42 Entonces podré responder a los que se burlan de mí,
porque confío en tu palabra.
Estimado lector:
Cuando el salmista habla de “misericordia” y “salvación”, está haciendo referencia a dos aspectos fundamentales de la vida espiritual. La misericordia, es la compasión y el amor que Dios siente por Sus criaturas, a pesar de sus faltas y pecados. La salvación, es la liberación del pecado y la reconciliación con Dios.
El salmista, añade una frase importante: “Conforme a Tu dicho”. Esto significa que, la petición de misericordia y salvación, no es arbitraria ni egoísta, sino que está basada en la promesa de Dios. El salmista confía en que Dios cumplirá Su Palabra, y le pide que le muestre Su misericordia y le conceda la salvación en línea con Su Voluntad.
De acuerdo a esto, se puede entender que, no hay nada mejor, que el regocijo y la seguridad que se puede tener en el Señor como defensor ante los adversarios; tanto los externos, como los que aún están dentro del creyente, como los miedos, o las inseguridades. Ya que solo Su Palabra, llena de verdadera confianza, seguridad y esperanza.