Salmo 119: 97 – 104 NTV

Mar 6, 2025

Salmo 119: 97 – 104 NTV

TUS MANDAMIENTOS ME DAN ENTENDIMIENTO

Estimado Lector:
En este salmo, el escritor ya ha expresado su amor por la Palabra de Dios en dos ocasiones anteriores (versículos 47-48). Sin embargo, en este pasaje, sus palabras reflejan una pasión aún más profunda. Su devoción ha dado lugar a una relación de amor genuino entre él y la Palabra de Dios.
Un creyente superficial puede leer, comprender e incluso obedecer externamente la Palabra de Dios. Pero solo aquel que es verdaderamente espiritual la ama y reconoce que no puede vivir sin ella. Para unos, puede ser una simple obligación que satisface la conciencia; para otros, es alimento, medicina, luz y consuelo. La Palabra de Dios es vida.
El amor por la Palabra de Dios puede crecer y fortalecerse. No es algo que se imponga, pero sí se puede cultivar. Para ello, es necesario dedicarle tiempo, meditar en ella constantemente (“Todo el día es ella mi meditación”), prestarle verdadera atención, honrarla con obediencia y valorarla por el bien que ha traído. También es importante hablar de ella con gratitud y depender de su guía en todo momento.
Cuando realmente se ama a alguien, no se desea cambiarlo. De la misma manera, la Biblia no debe someterse al juicio humano, sino que la mente debe someterse a la Biblia. La actitud correcta es declarar: “Oh, cuánto amo tu ley”, en todas sus doctrinas, preceptos, promesas, ordenanzas, advertencias y exhortaciones.