SALMOS 105:42-45
42 Pues recordó la promesa sagrada
que le había hecho a su siervo Abraham.
43 Así que sacó a su pueblo de Egipto con alegría,
a sus escogidos, con gozo.
44 Les dio las tierras de las naciones paganas,
y cosecharon cultivos que otros habían sembrado.
45 Todo eso sucedió para que siguieran los decretos del Señor
y obedecieran sus enseñanzas.
¡Alabado sea el Señor!
Estimado lector:
El Salmo 105 es una invitación a alabar a Dios por sus grandes obras a favor de Israel. El salmista exhorta a las generaciones futuras a recordar y contar las maravillas de Dios. En el contexto específico de los versículos 42-45, se destaca el cumplimiento de la promesa divina hecha a Abraham.
Dios recuerda su pacto con Abraham, una promesa central en la historia de Israel. Esta promesa implica la bendición de Abraham y su descendencia, así como la posesión de una tierra. La liberación de Egipto se presenta como el cumplimiento de esta promesa. El pueblo de Israel fue sacado de la esclavitud con gran gozo y júbilo, lo que demuestra el poder liberador de Dios. Finalmente, se menciona la herencia de la Tierra Prometida, vista como una recompensa por la fidelidad de Dios.
Este pasaje recuerda que Dios cumple sus promesas. Así como los israelitas fueron liberados de la esclavitud, también es posible experimentar la liberación de cualquier situación que esclavice. La herencia que Dios ofrece es mucho más que una tierra física; es una vida abundante en Cristo. En resumen, Salmos 105:42-45 invita a reflexionar sobre la fidelidad de Dios y a vivir una vida de gratitud y obediencia, confiando en que Él cumplirá sus promesas en las vidas de quienes creen.