PRESTOS A RECIBIR LA ENSEÑANZA Y ACCIONARLA

Apr 21, 2025

SALMOS 141:1-10

Reina-Valera 1960

Oración a fin de ser guardado del mal

Salmo de David.

141 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí;

Escucha mi voz cuando te invocare.

Suba mi oración delante de ti como el incienso,

El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Pon guarda a mi boca, oh Jehová;

Guarda la puerta de mis labios.

No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,

A hacer obras impías

Con los que hacen iniquidad;

Y no coma yo de sus deleites.

Que el justo me castigue, será un favor,

Y que me reprenda será un excelente bálsamo

Que no me herirá la cabeza;

Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos.

Serán despeñados sus jueces,

Y oirán mis palabras, que son verdaderas.

Como quien hiende y rompe la tierra,

Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.

Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos;

En ti he confiado; no desampares mi alma.

Guárdame de los lazos que me han tendido,

Y de las trampas de los que hacen iniquidad.

10 Caigan los impíos a una en sus redes,

Mientras yo pasaré adelante.

Estimado lector:

El rey David enseña cómo buscar la presencia de Dios: clamando y levantando las manos en señal de súplica. Su clamor, a menudo acompañado de lágrimas, reflejaba su profundo anhelo de Dios en su devocional vespertino.

David también invita a presentar peticiones al Creador, pidiendo su ayuda para hablar con sabiduría y actuar de manera que honre al Señor.

Todo buen seguidor de Cristo recibe con humildad la corrección de quienes, guiados por el Espíritu Santo, buscan su bienestar. Sus consejos, lejos de ser una carga, son una oportunidad para crecer espiritualmente y recibir más de Dios.

Asimismo, orar pidiendo ser apartado del camino de los impíos evita caer en su misma maldad.

Por último, este pasaje destaca la persistencia en la oración, la confianza en Dios y la firmeza necesaria para avanzar en su propósito.