SALMOS 119:13-16
13 Recité en voz alta
todas las ordenanzas que nos has dado.
14 Me alegré en tus leyes
tanto como en las riquezas.
15 Estudiaré tus mandamientos
y reflexionaré sobre tus caminos.
16 Me deleitaré en tus decretos
y no olvidaré tu palabra.
Estimado Lector:
El salmista expresa en este pasaje la importancia de la luz que ofrece la Palabra de Dios y la obediencia a ella.
En esta ocasión, presenta su propia experiencia como joven que enfrenta luchas, deseos y tentaciones. Reconoce que la única manera de mantenerse en santidad es obedeciendo la Palabra de Dios. Sin embargo, también admite la dificultad de permanecer fiel, por lo que ruega que nunca se le permita apartarse de los mandatos divinos, entendiendo que la disciplina para alejarse del pecado es uno de los mayores desafíos en el camino de la fe.
A partir de esta reflexión, el salmista comparte cómo ha logrado mantenerse en los caminos de Dios: guardando Su Palabra en el corazón, evitando conscientemente el pecado, alejándose del mal, clamando a Dios en tiempos de dificultad, recitando las Escrituras en voz alta, alegrándose en ellas sin verlas como restricciones, estudiándolas y meditándolas diariamente, y encontrando deleite en la Palabra, viéndola como una fuente de gozo y no solo de mandatos.