LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN.

May 24, 2024

2 SAMUEL 15:4-6   (SALMO 41)

Qué lástima que no soy el juez; si lo fuera, todos podrían traerme sus casos para que los juzgara, y yo les haría justicia».

Cuando alguien trataba de inclinarse ante él, no lo permitía. En cambio, lo tomaba de la mano y lo besaba. Absalón hacía esto con todos los que venían al rey por justicia, y de este modo se robaba el corazón de todo el pueblo de Israel.

Estimado Lector:

Absalón se sintió desilusionado por la falta de justicia de David cuando Amnón violó a Tamar, su hermana. David no tomó medidas y luego exilió a Absalón por tomar justicia por su cuenta. Al regresar, Absalón había perdido el respeto por su padre y buscaba ganar seguidores proyectándose como un hombre del pueblo. Actuaba con amargura arraigada contra su padre y no estaba dispuesto a perdonarlo.

Absalón manipuló inteligentemente la opinión pública, insinuando que David no escuchaba a su pueblo. Sin atacar directamente a David, Absalón dividió el reino sin dar motivo de condena. David, el gran rey de Israel, perdió el corazón de su pueblo por la impaciencia de Absalón.

A través del Salmo 41, David clama a Dios por su salud y revela la traición de su hijo Absalón y de su consejero Ahitofel. El pecado más grande de Absalón fue su impaciencia, buscando el trono mientras David aún vivía. David rogó a Dios por misericordia y prometió retribución a sus enemigos.

La historia de Absalón refleja cómo las apariencias pueden engañar y cómo la impaciencia puede llevar a la traición. David, aunque traicionado por su propio hijo, confió en la misericordia de Dios para enfrentar la adversidad.