¡LA UNCIÓN DEL PODER DE DIOS!

Jul 2, 2024

SALMOS 74:12-17

12 Tú, oh Dios, eres mi rey desde hace siglos;
    traes salvación a la tierra.
13 Dividiste el mar con tu fuerza
    y les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.
14 Aplastaste las cabezas del Leviatán[c]
    y dejaste que se lo comieran los animales del desierto.
15 Hiciste que brotaran los manantiales y los arroyos,
    y secaste ríos que jamás se secan.
16 Tanto el día como la noche te pertenecen;
    tú creaste el sol y la luz de las estrellas.[d]
17 Estableciste los límites de la tierra
    e hiciste el verano, así como el invierno.

Estimado Lector:

Asaf meditó primero en la autoridad y dominio real de Dios a lo largo de los siglos y luego en su gran poder. El mismo Dios que dividió el mar con su fuerza podía rescatar a su pueblo en la crisis actual. El hombre de fe nunca es ciego a la desolación y la crisis. Ve claramente todos los hechos terribles, pero ve más allá. Ve a Dios. Por tanto, su última palabra nunca es desolación: es más bien salvación.

En varios lugares, la Biblia menciona monstruos marinos y al leviatán, a menudo en el contexto de la creación. Generalmente, se considera que leviatán es un monstruo marino o un dragón que aterrorizaba a los marineros y pescadores. Algunos creen que estas serpientes marinas y el leviatán son reales en la historia; otros los consideran legendarios. Isaías 27:1 habla de la futura derrota del leviatán, asociándolo también con una serpiente retorcida que vive en el mar.

Asaf, después de declarar el poder incomparable de Dios, le pidió que se vengara de sus enemigos y a su pueblo. En toda prueba, cuando desees alguna bendición, cuando se escuchen los golpes aplastantes del hacha de los adversarios, vuélvete a Dios y di: ‘Mira el pacto, del cual Jesús es el Mediador y su sangre el sello’.