(UNO CON ÉL, AQUÍ Y ALLÁ)
LA REDENCIÓN, ES LO QUE REALMENTE IMPORTA
(UNO CON ÉL, AQUÍ Y ALLÁ)
SALMOS 49:1-9
49 ¡Escuchen esto, todos los pueblos!
¡Presten atención, habitantes de todo el mundo!
2 Los de las altas esferas y la gente común,
ricos y pobres: ¡oigan!
3 Pues mis palabras son sabias
y mis pensamientos están llenos de buena percepción.
4 Escucho con atención muchos proverbios
y resuelvo enigmas con la inspiración del sonido de un arpa.
5 ¿Por qué tendría que temer cuando vienen dificultades,
cuando los enemigos me rodean?
6 Ellos se fían de sus posesiones
y se jactan de sus grandes riquezas.
7 Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte[a]
pagándole un rescate a Dios.
8 La redención no se consigue tan fácilmente,
pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente
9 como para vivir para siempre
y nunca ver la tumba.
Estimado lector:
El salmista aborda dos connotaciones: sentimiento y emoción. Por un lado, reconoce que su inspiración y percepción provienen de lo Alto. Por otro lado, utiliza la música como medio para una mejor disertación o reflexión en respuesta a preguntas.
En este caso, las preguntas se plantean a sí mismo y se extienden a TODOS aquellos que deseen obtener discernimiento. Se cuestiona:
¿Por qué temer cuando sobrevienen dificultades?
¿Por qué temer cuando el enemigo lo rodea?
El salmista señala que algunas personas, a pesar de su aparente poder, posesiones y tranquilidad, confían principalmente en sí mismas o en ídolos sin valor. Implícitamente, sugiere que hay otro grupo que puede no gozar de tanta tranquilidad, incluso experimentar necesidades, pero confían verdaderamente en el Dios omnipotente. Su fe les permite no temer en esta vida y les brinda esperanza para la vida futura.
Ninguna persona en esta tierra, independientemente de su riqueza, inteligencia, influencia o poder, puede obtener por sí misma la invaluable redención y la liberación de la muerte. Solo en unidad con Cristo y comprendiendo Sus designios se logrará. El creyente comprende las “dificultades” porque son para su bien. ¡Ánimo! ¡Se puede ser UNO con Él!