LA BONDAD Y PROVIDENCIA DE DIOS

Nov 2, 2024

SALMOS 107:4-9

Algunos vagaban por el desierto,
    perdidos y sin hogar.
Con hambre y con sed,
    estaban a punto de morir.
«¡Socorro, Señor!», clamaron en medio de su dificultad,
    y él los rescató de su aflicción.
Los llevó directo a un lugar seguro,
    a una ciudad donde pudieran vivir.
Que alaben al Señor por su gran amor
    y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos.
Pues él satisface al sediento
    y al hambriento lo llena de cosas buenas.

Estimado Lector,

El paso de Israel por el desierto no fue un viaje hacia algún lugar habitado; sino un vagar lejos de todo camino y vereda, en un laberinto interminable de desolación. Estuvieron perdidos sin encontrar nada, así como el pecador vaga, perdido en el pecado; y, al despertar, se encuentra vacío y solo. 

En la angustia del desierto, los redimidos clamaron en medio de sus aflicciones, y Dios respondió y los libró de ellas, dirigiéndolos a un lugar seguro y habitable, supliendo todas sus necesidades. Enderezó su camino llevándolos a la ciudad, y proporcionándoles refugio, comida y bebida.

La bondad de Dios para con los que regresan por el desierto debería dar a todos una razón especial para agradecerle por Sus obras maravillosas para con ellos. El creyente, debe agradecer a Dios, no solo por lo que obra