SALMOS 139:17-24
Salmos 139:17-24Reina-Valera 1960
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo.
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;
Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;
Tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,
Y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo;
Los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.
Estimado lector:
En este pasaje, el rey David expresa lo que ha aprendido en su relación con Dios: Los pensamientos de Dios para Sus hijos son grandes, son siempre de bien y sobrepasan los límites finitos del entendimiento del hombre. El rey es consciente de que, Dios siempre le ha acompaña, y permanece a su lado.
Los planes de Dios se anticipan a los acontecimientos; y, es así, como desde el instante de la caída del hombre y la separación de su Creador, el Padre ya tenía trazado el plan perfecto para redimirlo, tenía diseñado el puente que le permitiría al hombre, volver a Él. Su Amor y Bondad, fueron
manifestados en la entrega sacrificial de Cristo en la cruz.
David da una lección de sabiduría al ser consciente de la naturaleza del corazón de Dios; pero también es consciente de que, el corazón humano es engañoso y extremadamente perverso (Jeremías 17:9). Y pide a Dios, que le muestre aquellos pecados ocultos que su corazón esconde, para descubrirlos y arrepentirse. Y, luego, poder ir a la eternidad que el Padre ha planeado para él, y Cristo ha ganado para todo aquel que, reconoce su necesidad de redención.