SALMOS 98:7-9
7 ¡Que el mar y todo lo que contiene le exclamen alabanzas!
¡Que se le unan la tierra y todas sus criaturas vivientes!
8 ¡Que los ríos aplaudan con júbilo!
Que las colinas entonen sus cánticos de alegría
9 delante del Señor,
porque viene a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
y a las naciones con imparcialidad.
Estimado Lector:
Este pasaje nos invita a contemplar la grandeza de la creación divina, en particular la impresionante fuerza del mar y todo lo que contiene. El autor del Salmo muestra cómo el mar expresa su alabanza al Creador al bramar y manifestar su plenitud.
En presencia de la creación, especialmente en el bramido del mar, reconocemos nuestra pequeñez y nuestra insignificancia en comparación con la grandeza del Creador. Esto debería llevarnos a la humildad y a la gratitud, valorando lo que tenemos y reconociendo nuestra dependencia de Dios. También somos invitados a unirnos a toda la creación en la alabanza a Dios.
El último versículo enseña que Dios juzgará al mundo con justicia y rectitud. La justicia es un atributo de Dios que se manifiesta en su actuar de manera santa y recta, implicando una retribución justa por nuestras acciones. El juicio es, por tanto, una manifestación de la justicia divina; para los malvados, significa condenación eterna, y para los justos, gloria eterna.
Debemos tener presente que Dios nos juzgará según lo que haya en nuestros corazones y nuestras acciones. Por ello, debemos procurar vivir de manera recta y justa, demostrando nuestro amor y fe a Dios, manteniendo nuestros valores y principios y siendo una buena influencia para quienes nos rodean.