SALMOS 118: 19-20
19 Ábranme las puertas por donde entran los justos,
y entraré y daré gracias al Señor.
20 Estas puertas conducen a la presencia del Señor
y los justos entran allí.
Estimado lector:
Este es un himno de gratitud, celebrando la Victoria y Misericordia de Dios. Escrito originalmente, para cantarse en los festivales religiosos del Templo de Jerusalén.
David pide a Dios, que le abra las puertas de la justicia. Es una oración humilde, para que Dios intervenga en situaciones difíciles y resuelva conflictos injustos. La Justicia de Dios, es hacer lo correcto, tener compasión y ser fiel a Su carácter. Justicia que se implementa no sólo en la ley, sino en Su Misericordia y Gracia.
Esas puertas, conducen a la Presencia del Señor; primero, de manera literal (la puerta en el templo de Jerusalén), donde los adoradores entraban para ofrecer sacrificios y adorar a Dios. Y, segundo, la puerta del camino hacia Dios.
La puerta abierta para cada creyente es Jesucristo con Su Infinito Amor. En Él, el arrepentimiento se transforma en esperanza, y la fé se revela como la llave que permite entrar a la vida eterna. (Juan 14:6, Juan 10:9).
Es importante reflexionar sobre la naturaleza de las peticiones que se hacen a Dios. ¿Son eg