SALMOS 106:40-43
40 Por eso, el enojo del Señor se encendió contra su pueblo,
y él aborreció a su posesión más preciada.
41 Los entregó a las naciones paganas
y quedaron bajo el gobierno de quienes los odiaban.
42 Sus enemigos los aplastaron
y los sometieron a su cruel poder.
43 Él los rescató una y otra vez,
pero ellos decidieron rebelarse en su contra,
y finalmente su pecado los destruyó.
Estimado Lector:
Los Salmos se componen de cinco libros. En el caso del cuarto libro, conocido como el Libro del Reino de Dios, abarca desde el Salmo 90 hasta el 106. Este último, el Salmo 106, destaca que Dios era, es y será fiel, una fidelidad sin fecha de caducidad.
El Salmo 106 también hace referencia a la diáspora judía, es decir, la dispersión del pueblo de Dios, quienes fueron exiliados a diferentes lugares como consecuencia de su propia terquedad y su constante infidelidad frente a la Benevolencia Divina.
En los versos de hoy, se observa cómo Dios permite que su pueblo sea gobernado por líderes humanos y sigan sus costumbres, cambiando de opinión y actuando con crueldad, lo que resultó en una opresión constante. Su propio pecado los llevó a la ruina, hasta que, una vez más, el Señor decidió rescatarlos.
La historia del pueblo de Israel se asemeja inevitablemente a la vida de los cristianos en el mundo. El olvido conduce a nuevos errores, lo que requiere constantes recordatorias de las obras de Dios. Este es un llamado a alabarlo en todo momento y a tomar decisiones conscientes que lleven a la tra