EN LA PRUEBA NUESTRO REFUGIO ES CRISTO

May 6, 2024

1 SAMUEL 21:1-9   (SALMO 52)

[a]David fue a la ciudad de Nob para ver al sacerdote Ahimelec. Cuando Ahimelec lo vio, se puso a temblar.

—¿Por qué estás solo?—le preguntó—. ¿Por qué nadie te acompaña?

—El rey me envió en un asunto privado—dijo David—. Me pidió que no le contara a nadie por qué estoy aquí. Les dije a mis hombres dónde buscarme después. Ahora bien, ¿qué hay de comer? Dame cinco panes o cualquier otra cosa que tengas.

—No tenemos nada de pan común—respondió el sacerdote—. Pero aquí está el pan sagrado, el cual pueden comer si tus jóvenes no se han acostado con alguna mujer recientemente.

—No te preocupes—le aseguró David—. Nunca permito que mis hombres estén con mujeres cuando estamos en plena campaña. Y ya que se mantienen limpios, aun durante misiones normales, ¡cuánto más en esta!

Como no había otro alimento disponible, el sacerdote le dio el pan sagrado: el pan de la Presencia que se ponía delante del Señor en el tabernáculo. Justo en ese día había sido reemplazado por pan recién horneado.

Aquel día estaba allí Doeg el edomita, jefe de los pastores de Saúl, que había sido detenido delante del Señor.[b]

David le preguntó a Ahimelec:

—¿Tienes una lanza o una espada? El asunto del rey era tan urgente que ¡ni siquiera me dio tiempo de tomar un arma!

—Solo tengo la espada de Goliat el filisteo, a quien tú mataste en el valle de Ela—le contestó el sacerdote—. Está envuelta en una tela detrás del efod. Tómala si quieres, porque es la única que tengo.

Estimado lector:

En este punto de la historia, el rey Saul buscaba matar a David, quien logró escapar gracias a un aviso de Jonatán. David, angustiado por la situación, buscó refugio en la casa de Jehová, aunque mintió sobre su motivo al sacerdote Ahimelec. A pesar de notar la presencia inusual de David, Ahimelec le ofreció ayuda, sin saber el conflicto en el que estaba envuelto. David, desanimado y desenfocado, había perdido la confianza en Dios y buscaba consuelo en un lugar equivocado.

Actuando desde el miedo y la desesperación, David no reconoció la fidelidad de Dios en adversidades anteriores y buscó soluciones terrenales. Sin embargo, su presencia en el templo fue notada por un funcionario leal al rey, Doeg, quien informó a Saul sobre su presencia, desencadenando una tragedia posterior.

Este episodio ilustra cómo muchos cristianos, en momentos de crisis, actúan impulsados por emociones y desesperación, olvidando buscar la guía de Dios. A pesar de recibir ayuda, David no reconoció a Dios en su situación y buscó resolver sus problemas por sus propios medios. Sin embargo, Dios ofrece refugio en Cristo y su palabra como herramienta para enfrentar las dificultades.

Aunque los creyentes pueden enfrentar momentos de desesperación, Dios ofrece consuelo y dirección a través de