EL TRONO DE DIOS
SALMOS 47:5-10
5 Dios ascendió con un grito poderoso;
el Señor ha ascendido al estruendo de las trompetas.
6 Canten alabanzas a Dios, canten alabanzas;
¡canten alabanzas a nuestro Rey, canten alabanzas!
7 Pues Dios es el Rey de toda la tierra.
Alábenlo con un salmo.[a]
8 Dios reina sobre las naciones,
sentado en su santo trono.
9 Los gobernantes del mundo se han reunido
con el pueblo del Dios de Abraham.
Pues todos los reyes de la tierra pertenecen a Dios.
Él es exaltado en gran manera en todas partes.
Estimado lector:
El pasaje es una declaración de alabanza a Dios, animando a cantarle y alabarlo. Hace hincapié en la grandeza de Dios y cómo está por encima de todo lo que se levanta contra Él. Además, muestra una imagen poderosa de Dios subiendo al cielo con alegría, recordando que Él es Rey sobre todas las naciones y digno de alabanza con alegría. También muestra que Dios siempre lleva a sus hijos hacia la victoria, sin importar las circunstancias.
Es importante recordar que las alabanzas no deben depender de lo que se esté sintiendo, sino fluir de un corazón sincero que reconoce la grandeza y soberanía de Dios. Al alabar a Dios, se fortalece la fe y la relación con Él. Hay muchos motivos para cantarle. Dios es el creador, el que hizo y sustenta a sus hijos. Se le puede alabar por su amor, misericordia, fidelidad y gracia. También se le puede dar gracias por todo lo que ha hecho y por su cuidado constante.
Podemos cantar para declarar su grandeza y su poder. Dios es el Rey de Reyes y el Señor de Señores, y podemos adorarle en espíritu y en verdad. Podemos cantar para declarar nuestra confianza en su protección y salvación, y para recordar que Él es nuestro refugio y nuestra fortaleza.