SALMOS 119:28-30
28 Lloro con tristeza;
aliéntame con tu palabra.
29 Líbrame de mentirme a mí mismo;
dame el privilegio de conocer tus enseñanzas.
30 He optado por ser fiel;
estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas.
Estimado lector:
Como es sabido, el Salmo 119 resalta la grandeza de la Palabra de Dios y su importancia en la vida del creyente. Los versículos 28-30 de este salmo reflejan una decisión voluntaria y consciente en tiempos de adversidad: elegir lo correcto y lo justo.
El salmista opta por el camino de la verdad, demostrando su disposición a creer solo en Dios y confiar plenamente en su Palabra. Reconoce que el mayor desafío está dentro de sí mismo (“aparta de mí el camino de la mentira”, v. 29) y clama por ayuda para ser libre, entendiendo que solo mediante la Palabra de Dios puede lograrlo y mantenerse fiel a ella.
Este pasaje desafía al creyente a tomar decisiones diarias con intencionalidad, alejándose del camino del mundo, que distorsiona la verdad y distrae constantemente, y buscando a Dios de todo corazón. Su Palabra debe ser la guía esencial para su vida.
Elegir seguir el camino de la verdad permite que Dios dirija cada paso, comprometiéndose a vivir conforme a sus mandamientos y su voluntad. Esto no solo transforma la vida del creyente, sino que también le brinda consuelo, fortaleza y claridad de propósito en medio de un mundo confuso.