SALMOS 102:12-22
12 Pero tú, oh Señor, te sentarás en tu trono para siempre;
tu fama durará por todas las generaciones.
13 Te levantarás y tendrás misericordia de Jerusalén;[a]
ya es tiempo de tener compasión de ella,
ahora es el momento en que prometiste ayudar.
14 Pues tu pueblo ama cada piedra de sus murallas
y atesora hasta el polvo de sus calles.
15 Entonces las naciones temblarán ante el Señor;
los reyes de la tierra temblarán ante su gloria.
16 Pues el Señor reconstruirá Jerusalén;
él aparecerá en su gloria.
17 Escuchará las oraciones de los desposeídos;
no rechazará sus ruegos.
18 Que esto quede registrado para las generaciones futuras,
para que un pueblo aún no nacido alabe al Señor.
19 Cuéntenles que el Señor miró hacia abajo,
desde su santuario celestial.
Desde los cielos miró la tierra
20 para escuchar los gemidos de los prisioneros,
para poner en libertad a los condenados a muerte.
21 Por eso la fama del Señor se celebrará en Sion,
y sus alabanzas en Jerusalén,
22 cuando las multitudes se reúnan
y los reinos vengan a adorar al Señor.
Estimado lector:
Si este salmo describe el tiempo en el exilio, el plazo apunta a los 70 años establecidos por Dios, para el cautiverio de Israel Jeremías 25:11-13 y 29:10).
La restauración de la misericordia a Jerusalén es solo la primera parte de una obra mucho más grande entre las naciones. Dios se revelaría de tal manera que, todos los reyes de la tierra honrarían Su Nombre y Su Gloria. Esta maravillosa liberación no se perderá ni se olvidará, sino que alcanzará a las generaciones venideras.
La bondad de Dios para Sión y toda la tierra, es un testimonio para que el pueblo que está por nacer, alabe a JEHOVÁ.
“Nada es más tenaz que la memoria del hombre cuando sufre una herida; nada más laxo si se otorga un beneficio. Por eso, Dios desea asegurarse de que sean escritos, no sea que se olviden de sus dones”.