SALMOS 66:1-4
¡Griten alabanzas alegres a Dios, habitantes de toda la tierra!
2 ¡Canten de la gloria de su nombre!
Cuéntenle al mundo lo glorioso que es él.
3 Díganle a Dios: «¡Qué imponentes son tus obras!
Tus enemigos se arrastran ante tu gran poder.
4 Todo lo que hay en la tierra te adorará;
cantará tus alabanzas
aclamando tu nombre con cánticos gloriosos»
Estimado lector:
El salmista David, entendía que Dios, no solo ha sido Dios sobre Israel, sino sobre el mundo entero. De ahí su invitación a alabar a Dios con alegría, y a cantar alabanzas para glorificar Su Nombre.
Una forma de alabar a Dios es expresándole gratitud por la Grandeza de Su Obra en la creación; y por Su salvación y restauración.
Este Dios asombroso y poderoso tiene enemigos; pero a través de Su Gran Poder, siempre serán conquistados y se someterán a Él. Y, ese triunfo, también lo alaba.
Hoy la invitación es, a adorar a DIOS. Ese Dios Grande y Poderoso, que no comparte Su Gloria con nadie.
Hay que preguntarse, si se está adorando a Dios o, a los hombres.