SALMOS 51:18-19
18Mira a Sion con tu favor y ayúdala;
reconstruye las murallas de Jerusalén.
19Entonces te agradarán los sacrificios ofrecidos con un espíritu correcto,
con ofrendas quemadas y ofrendas quemadas enteras.
Entonces volverán a sacrificarse toros sobre tu altar.
Estimado lector:
Este Salmo muestra la profundidad y las consecuencias del pecado, el alcance de la gracia de Dios, su misericordia, su justicia al tratar con el mal y la posibilidad de redención humana. El autor, el Rey David, escribió este Salmo tras reconocer su pecado de adulterio con Betsabé, sumado al posterior asesinato de su esposo Urías el hitita, puestos en evidencia por la reconvención del profeta Natán.
Es un recordatorio poderoso de cómo pedir perdón y misericordia a Dios. Enseña que Dios es un Dios compasivo y amoroso que siempre estará dispuesto a escuchar a sus hijos cuando se acerquen humilde y sinceramente a Él. La petición de arrepentimiento no absuelve de la responsabilidad de corregir las acciones, sino que motiva a hacerlo y a seguir el camino que Dios muestra.
Finalmente, el autor se hace consciente de que con su pecado no solo falló como hombre, sino también como Rey de Israel, pueblo de Dios. En estos versículos, David pide al Señor que restaure su favor sobre el Reino, ofreciéndole sacrificios animales una vez resueltos los problemas del corazón y el alma.