ALABANDO A DIOS

Apr 29, 2025

SALMOS 146:1-10

Alaba, oh alma mía, a Jehová.

Alabaré a Jehová en mi vida;

Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confiéis en los príncipes,

Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra;

En ese mismo día perecen sus pensamientos.

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,

Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

El cual hizo los cielos y la tierra,

El mar, y todo lo que en ellos hay;

Que guarda verdad para siempre,

Que hace justicia a los agraviados,

Que da pan a los hambrientos.

Jehová liberta a los cautivos;

Jehová abre los ojos a los ciegos;

Jehová levanta a los caídos;

Jehová ama a los justos.

Jehová guarda a los extranjeros;

Al huérfano y a la viuda sostiene,

Y el camino de los impíos trastorna.

10 Reinará Jehová para siempre;

Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.

Aleluya.

Estimado lector:

Todo creyente debe alabar al Señor con honestidad, expresando amor, admiración, alegría y aceptación. La verdadera adoración no solo reconoce Su grandeza, sino que también lo engrandece a través de una vida íntegra. Está escrito que la oración debe ser constante, sin permitir que el enemigo interrumpa la comunión con Dios y cause una caída que aleje el espíritu del Creador.

Es fundamental ignorar cualquier influencia o actividad que desvíe del camino correcto, evitando participar en aquello que el mundo propone, pues está escrito: “Si se imita, de cierto se morirá”.

Ante situaciones difíciles, se debe buscar el gozo con fe en el Ayudador, quien, con Su Palabra, creó toda la existencia y siempre cumple lo prometido, liberando al oprimido y levantándolo.

El Señor protege a quienes establecen Su Reino en la tierra, recordando que aquí solo somos extranjeros debido a la ciudadanía celestial que poseemos. Él interviene para frustrar los planes del enemigo y asegurar la vida eterna en Su presencia. Por esto, la alabanza al Señor debe permanecer por siempre