SALMOS 119:65-68
65 Señor, has hecho muchas cosas buenas a mi favor
tal como lo prometiste.
66 Creo en tus mandatos;
ahora enséñame el buen juicio y dame conocimiento.
67 Yo solía desviarme, hasta que me disciplinaste;
pero ahora sigo de cerca tu palabra.
68 Tú eres bueno y haces únicamente el bien;
enséñame tus decretos.
Estimado lector:
El salmista se sentía agradecido por el buen trato de Dios hacia él, y porque las bendiciones le habían llegado conforme a Su palabra. No solo conocía las promesas de Dios y las suplicaba en oración (versículo 49); también las recibía y experimentaba por fe. Él quería que Dios le enseñara, porque realmente creía en Sus mandamientos y en Su Palabra.
Dios ha hecho el bien a Sus Hijos, conforme a Su palabra.
Solo la enseñanza del Espíritu puede dar buen sentido y sabiduría.
Cada hijo de Dios ha sido elegido por Él; ha sido llamado, rescatado, perdonado, atraído, declarado justo y adoptado en Su familia. Cada hijo Suyo es amado por Él, es constituido rey, sacerdote y colaborador Suyo. Y Su Santo Espíritu, vive dentro de cada uno.
Dios recompensa el trabajo que se realiza para Él. Si realmente se cree en Su palabra, entonces se debe desear ser enseñado por Él, a vivir sabia y obedientemente. Esta es una invitación a ser disciplinados y a buscar Su Palabra para estudiarla, escudriñarla y ser hacedores de ella.